Otras reflexiones

En un contexto imaginario sin pandemia, las reflexiones de este apartado se habrían elaborado a partir de la experiencia física del co-estar en insertar_nombre. Sin embargo, en el contexto que estamos viviendo nos resulta imposible que la situación actual (y futura) no adquiera una importancia principal en las reflexiones que presentamos aquí.

PELIGROS DE EXITINCIÓN Y EL RESURGIR DE OTRAS ESPECIES EN LA "NUEVA NORMALIDAD"

Se dice que estamos entrando en una “nueva normalidad”. Disfrazada en fases de avance, acuerdos y reuniones gubernamentales sospechamos que esta “nueva normalidad” no será sino una consolidación indefinida de una “situación excepcional”. Situación en la que, aparte de adoptar gestos nuevos (como una higiene compulsiva), y eliminar otros (como los abrazos), en nuestra vida cotidiana, aparece un escenario que nos da más miedo aún. La situación que estamos viviendo como sociedad debido a la crisis del Covid19 presenta diversos escenarios de futuros, algunos de los cuales abocan con toda seguridad a una situación de película apocalíptica que nos lleva a recordar pasados de los que pensábamos habíamos aprendido.

La crisis del Covid19 ha puesto (aún más) en manifiesto el entramado socio-político en el que vivimos envueltxs: Esta gestión disfuncional a la que venimos llamando neoliberalismo. Aunque se la haya denominado “Crisis sanitaria”, en un sistema en el que todo se basa en el mercado (incluida la sanidad), esta crisis afecta irremediablemente a todos los aspectos de la vida como la conocemos.

El Covid19 nos ha dado una bofetada en la cara recordándonos la importancia del apoyo a la sanidad pública y nos ha devuelto a un contexto en el que la capa de ozono se recupera exhausta tras años de contaminación masiva. Sin embargo, sería ingenuo pensar que de la noche a la mañana la financiación pública irá destinada a mejorar la sanidad pública, o que las grandes empresas y los gobiernos se comprometerán con el medio ambiente, por muy necesarias que sean estas medidas.

La crisis del Covid19 también ha servido como placa de petri para medir la capacidad de control de los Gobiernos hacia la ciudadanía. Y a pesar de presentar blanco y en botella las grandes deficiencias del sistema capitalista neoliberal, durante estos días hemos visto como las medidas gubernamentales ponen casi más ahínco en salvar este sistema económico y en establecer medidas de control que en salvar el sistema sanitario y garantizar las libertades de lxs ciudadanxs.

El covid19 abre la posibilidad de generar nuevos escenarios de futuro. Durante las últimas semanas se han abierto distintos discursos al respecto, de los cuales rescatamos dos. Por un lado, hay quien defiende que esta crisis puede suponer un punto de inflexión que dé lugar a un nuevo régimen social basado en todavía más miedo y aislamiento, un régimen aún más desigual que ahogue toda libertad y que establezca la individualidad como única forma de estar en el mundo ante el riesgo sanitario de lo colectivo.

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RIUS, Marc. Discursos pandèmics de la nova normalitat. elcrític.cat [en línea] 2020. [Consultado 13 Mayo 2020]Disponible aquí

Es necesario tener en cuenta las nuevas formas de contaminación que se establecen hoy en día. No podemos olvidar que internet es una gran fuente de contaminación, alteración y destrucción del planeta.

RIECHMANN, Jorge. ALMAZÁN, Adrián. 300 FIRMAS MÁS. La necesidad de luchar contra un mundo virtual. Contra la doctrina del shock digital. ctxt.es [en línea] 2020. [consultado 15 Mayo 2020] Disponible aquí

Reflexiones de Maria Oliveras en algunas, de las muchas, conversaciones virtuales de los últimos meses.

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PLI-E COLLECTIVE. Cultivar la cultura ante la virtualización especulativa. A*Desk [en línea].2020 [consultado: 15 mayo 2020] Disponible aquí

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No estamos diciendo nada que no se haya dicho ya, muchas veces en las últimas semanas y por bocas más escuchadas que las nuestras. Sin embargo, consideramos necesario sumarnos a estas voces que alarmadas exclaman que la respuesta por parte de las instituciones culturales no debe ser una virtualización generalizada, sino un intento de explorar nuevas formas de relacionarse, de co-habitar el mundo y de cuidarnos desde las distancias y las cercanías.

En contraposición, existe la posibilidad de la creación de una sociedad más comprometida con la vida, en todas sus formas: La instauración de un sistema económico que valore el ecosistema y las necesidades de las distintas formas de vida del planeta por delante de la producción masiva y el beneficio. Una sociedad que valore la inversión en la sanidad pública por encima de la inversión en armas, que fomente formas de liberación por encima de las de control y discursos de cuidados por delante de los bélicos.

Todo apunta a que en los próximos meses defender formas de encuentro físico colectivas será más necesario que nunca, sin perder de vista el intentar minimizar riesgo de contagio. En este sentido, sostenemos que propuestas como insertar_nombre toman una nueva importancia, tanto por su necesidad como por su inminente peligro de extinción. En un contexto que nos incita cada vez más a la individualidad y a un control biopolítico del ser humano, es necesario rebelarse contra el Poder en busca de formas de empoderamiento que tengan como objetivo los cuidados y lo colectivo.

Y en este contexto, más que nunca, defendemos la tarea curatorial como una práctica de cura indesligable de los cuerpos. Durante los últimos meses hemos sido testigxs de cómo las instituciones culturales han hecho uso de la digitalización y los recursos webs como medio principal en la relación del arte y la cultura. Maria Oliveras comentaba que la situación de confinamiento no ha traído nada nuevo, sino que potenciaba recursos que ya teníamos a nuestra disposición. Nosotrxs mismxs hemos hecho uso de estos recursos. Sin embargo, durante estos meses más que un uso de estos recursos para experimentar en nuevas formas de mediación en la red hemos visto como proyectos, piezas, exposiciones... pensadas en y para un espacio físico se traducían literalmente al espacio virtual.

Maria Oliveras añadía "He perdido la experiencia con el arte. No es lo mismo ir a una galería o a un museo y sentir una exposición (sentirla en el cuerpo) que verla (con los ojos) delante de una pantalla. Todo me parece igual, todo tiene el mismo formato. Se pierde la experiencia". El colectivo PLI-É dice lo mismo en otras palabras: "Las exposiciones que se intentan volcar en el marco digital se convierten en recorridos lineales, se traducen en visitas de 360º que no hacen otra cosa que plasmar en la virtualidad una experiencia que venimos arrastrando desde el romanticismo: la de una contemplación solitaria e individual de las obras de arte en un museo, una experiencia de un cuerpo anclado en la mirada que se desplaza entre piezas colocadas a una altura ".